Nuestra salud está en peligro. Los coches actuales suponen una amenaza invisible, pero realmente peligrosa, para millones de personas: son el principal emisor de dióxido de nitrógeno (NO2), un gas nocivo que provoca problemas respiratorios como asma, enfermedades pulmonares crónicas y cáncer, y se cree que hace a los ciudadanos más vulnerables a pandemias como la de Covid-19. En ciudades como París y Bruselas, aproximadamente dos tercios de las emisiones de NO2 se deben al tráfico rodado. En total, la contaminación atmosférica es responsable de más de 400.000 muertes prematuras cada año solo en Europa.
Además, si sumamos los coches y las furgonetas, se convertirían en la tercera fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. De hecho, las emisiones de todos los coches y furgonetas de la UE27 son mayores que las emisiones totales del Reino Unido, lo que convierte a los vehículos diésel y de gasolina en uno de los principales responsables de la crisis climática.
La industria automovilística sigue impulsando la venta de sus vehículos contaminantes al público, con un volumen de ventas en crecimiento año tras año.
En estos momentos, la UE está estudiando si los coches y furgonetas contaminantes deberían seguir vendiéndose en el futuro. Nuestros dirigentes tienen la oportunidad histórica de elegir entre ciudades limpias y sanas o entornos envenenados para su población.
¡Es hora de actuar para proteger nuestra salud y el clima! Únete a nosotros y exige a los dirigentes de la UE que pongan fin a la venta de nuevos coches diésel, de gasolina y de gas, incluyendo todos los híbridos, en 2030 como muy tarde.
Esta es una oportunidad única en diez años para abordar eficazmente la contaminación atmosférica y el cambio climático. Las ciudades limpias y sostenibles solo serán una realidad si juntos conseguimos que los políticos tomen las decisiones adecuadas para la ciudadanía.